Ámbito internacional:
– Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos ( PIDCP ), artículos
9.1 y 10.1.
– Declaración Americana de Derechos Humanos ( DADH ), artículo xxv .
– Convención Americana de Derechos Humanos ( CADH ), artículo 7.
Ámbito nacional:
– Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (Constitución
o CPEUM ), en sus artículos 14 y 16.
Este derecho se refiere a que las personas no pueden ser objeto de detenciones arbitrarias o ilegales; este derecho solamente puede ser restringido según los casos y formas que estipula la ley, que básicamente es ante el riesgo, acción o consumación de algún delito.
En Nochixtlán, alrededor de las 8:30 de la mañana, elementos de la Policía Federal y Estatal ingresaron al Panteón Municipal y detuvieron a un grupo de 18 pobladores de Nochixtlán que se encontraban en ese momento cavando la tumba de un familiar. Pese a que los habitantes contaban con documentos oficiales y permisos para realizar su labor, los policías desecharon dichos documentos, y arrestaron a todo el grupo con lujo de violencia, despojando a algunos de ellos de sus pertenencias (celulares, relojes, dinero y dos bicicletas), antes de dejarlos en manos de la Policía Estatal, a un kilómetro de distancia del lugar de la detención.
“Eran como 8.30 de la mañana. Estábamos escarbando el pozo. Cuando empezaron a tirar el gas, nosotros nos salimos porque no se aguantaba el ardor de los ojos. Cuando nosotros nos salimos, entró la Federal de este lado. Entraron los que llevan cascos, toletes, no distinguí el letrero. Ellos se brincaron el panteón. No tenían por qué brincarse ahí porque no estábamos haciendo otra cosa.”
“Entraron los federales, nos agarraron. Cuando nos agarran, lo primero que hacen es robarnos. Me robaron mi celular, me robaron mi dinero.”
Tanto la Policía Federal como la Policía Estatal ignoraron los reclamos de los detenidos y no ofrecieron ninguna explicación del motivo de la detención. Incluso, de acuerdo a los testimonios, en un primer momento uno de los elementos de la Policía Federal pidió al grupo que se acercara, bajo la promesa de que les ofrecerían protección.
“Vimos que venía la policía federal y nos dijo un oficial que nos fuéramos para ese lado porque nos iban a brindar apoyo. Cuando nos acercamos a ellos, yo le enseñé el permiso de la tierra y que me lo avienta y lo rompe, y nos confundieron que éramos maestros, nos empezaron a golpear. Y de ahí nos subieron a una patrulla y nos golpearon.”
Los detenidos fueron entregados en el cuartel de Santa María Coyotepec aproximadamente a las 11 de la noche, después de ser torturados física y psicológicamente durante todo el día, y ser trasladados en un vehículo de la Policía Estatal a través de Huitzo, Hacienda Blanca y Viguera, sin tener en cuenta su seguridad, y mientras los agentes de policía que se encontraban en el vehículo continuaban detonando sus armas contra los manifestantes.
“Cuando llegamos a Oaxaca, se iban brincando las guarniciones, porque iban brincando el carro y todos íbamos saltando y ellos se caían a propósito y se dejaban caer como si fuéramos sus colchonetas y se paraban riéndose. Escuché que iba caminando el carro y dispararon, rebotaban las balas en el carro, cuando tronó un botellazo a un lado donde iba y el que iba arriba de mí sacó el arma, y los demás dijeron, ‘¡chíngatelo!, ¡chíngatelo!, ahí está’, y empezó a dispararle a quien había tirado la botella. Los casquillos cayeron encima de mi cuerpo. Cuando dispararon, yo escuché los lamentos de esa persona.”
Por su parte, en Huitzo y Telixtlahuaca, dos campesinos quienes se encontraban en los cerros de las poblaciones realizando sus actividades cotidianas, fueron detenidos en eventos distintos de forma arbitraria por elementos de la policía durante poco más de una hora. Los elementos de la policía agredieron directamente a los campesinos sin que hubiera motivo alguno para ello, realizando comentarios como: “Nosotros no venimos buscando quién nos lo haga sino quién nos la pague”.
En Hacienda Blanca y Viguera, mientras el conflicto se mantenía en la carretera, los policías también incursionaban en las calles del lado oriente de la carretera. Ahí policías federales identificados por su uniforme realizaron algunas detenciones de personas avecindadas, intimidando a través de rondines y amenazas contra la población. Los agentes de policía entraron en varias casas y detuvieron a sus ocupantes, ejerciendo más tarde violencia física, sexual y psicológica, vulnerando sus derechos y torturando a varias de estas personas. Según lo documentado, varias personas fueron detenidas de forma ilegal, ya que no se encontraban en supuestos de flagrancia ni se contaba con orden de detención o de aprehensión alguna. Se sabe de la detención arbitraria e ilegal de al menos cuatro mujeres y dos hombres en los puntos de Hacienda Blanca y de Viguera. Las detenciones fueron realizadas sin que mediara justificación alguna, además de que algunas de ellas se originaron en lugares fuera de los puntos de bloqueo y manifestación, como la de una persona en una de las calles aledañas:
“Yo fui a resguardar a mis nenes ahí con unas vecinas, ahí arriba y de regreso fue cuando me agarraron pero yo definitivamente yo no corrí, yo caminé normal y yo vi que venían ellos así y me rodearon y dijeron ‘¡llévense a ésta!’ y les dije que: ‘yo no tengo nada ver en esto, yo soy un ama de casa, vivo ahí por el crucero; fui a resguardar a mis niños por culpa de ustedes, porque mis hijos están bien afectados’. Ellos dijeron que yo le prendí fuego a las llantas.”
Otra de las detenciones fue también realizada a una mujer joven en el punto de Hacienda Blanca. Pese a que, como en el caso anterior, no resistieron la detención, sufrieron malos tratos y tortura:
“Yo estaba del lado de Hacienda Blanca; me volteo a ver el teléfono y alguien grita que ahí venían los policías. Cuando volteo para ver dónde viene, me pega una granada de gas en el brazo. El dolor que yo sentí fue muy fuerte y me empezó a salir mucha sangre. Me metí a la gasolinera y una chica me preguntó que qué tenía y le contesté, me trató de ayudar con una playera que tenía, me la enredó en el brazo y me dijo que corriera porque ya venían los policías. Traté de correr, me dolía mucho el brazo, por la sangre sentí que no debía de correr y me quedé ahí parada en la gasolinera, y ahí fue justo cuando llegó uno de los policías y se acerca de manera violenta, me insultó, me empezó a jalar, a pegar en la cabeza, a decir ‘ ándale, eres una maestra’ y gritaba ‘ya agarré una maestra’, y me pegaba en la cabeza y decía: ‘¿ya ves? Por andar de metiche, ahora sí vas a valer madres’. Yo le decía ‘no estoy poniendo resistencia, no me pegues, no me voy a oponer’ y él como quiera me pegaba y me decía: ‘ya valiste verga’. Y llegaron otros policías hombres y entre todos empezaron a jalonearme, a patearme las piernas, a empujarme con los toletes, con los escudos. (…) Y cuando me agarran las dos mujeres me revisaron y me quitaron mi monedero donde yo traía mi ife , mi Licencia, mi tarjeta, el teléfono que yo traía, las llaves del carro. Y es la misma que me roba el teléfono.”
Aproximadamente quince minutos después de haber ocurrido esta detención, se da una detención más de una maestra que además contaba con problemas de salud, quien al momento de subir estaba llorando y dolida por lo convaleciente de su situación. Además del abuso de la fuerza ejercido por las y los elementos policíacos, en estas tres detenciones se observa la arbitrariedad para detener a personas, que no estaban participando en los hechos, o bien, quienes se encontraban en los mismos pero en calidad de observadoras. En las detenciones no se explicaron los motivos de su
detención, además de que las personas detenidas permanecieron incomunicadas, enfrentando maltratos físicos y abusos sexuales por varias horas.
Estas detenciones fueron realizadas entre las 17:30 y 18:00, coincidiendo con el avance del bloque policíaco de Hacienda Blanca a Viguera, pudiéndose afirmar que una vez tomado el control de algunos puntos existían bloques de policías dispuestos a perseguir y detener personas, como ya se ha expuesto. Así, el 19 de junio fueron detenidas un total de 27 personas, 23 varones y 4 mujeres.