Derecho a la salud

Ámbito internacional:
–     Declaración Universal de Derechos Humanos ( DUDH ), artículo 25.
–     Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
artículo 12.
–     Declaración Americana de Derechos Humanos ( DADH ), artículo xi .
–     Convención Americana de Derechos Humanos ( CADH ), artículo 7.4,
7.5, 7.6.
Ámbito nacional:
–     Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (Constitución
o CPEUM ), artículo 4.

Este derecho significa que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios, como lo estipula la dudh. Se entiende por salud un “estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. 29

Por tanto, el derecho a la salud otorga a las personas el derecho a acceder a servicios médicos y obliga a los Estados a garantizar a su población el mejor estado de salud posible. Para ello requiere de un sistema de protección de la salud 30 que materialice este derecho y permita que los servicios de salud estén disponibles en cualquier circunstancia, sean accesibles para todos, de buena calidad y aceptables.

Lamentablemente en México y Oaxaca, los servicios de salud carecen de medicamentos, y ésta fue una de las primeras quejas contra la atención médica en Nochixtlán: “A mi hermano que le dieron el rozón en la cabeza, a él lo cosieron de la cabeza sin anestesia.”

Otra persona más señala “en cuanto a los medicamentos, no tenían allá también y me faltaron algunos, por eso tuve que comprarlos pero la atención en ese momento para suturar mi herida, sí era bien.”

Esta situación se repitió no sólo en el Hospital Básico Comunitario (HBC), sino también en el ISSSTE y el Centro de Salud de Servicios Ampliados, que no tenían camillas para recibir a los heridos, así como los diversos especialistas necesarios para  brindar una atención oportuna a las personas heridas, como lo han denunciado públicamente víctimas y familiares.  Otras quejas contra la atención médica se refieren a la negativa de otorgar atención, pero los testimonios son contradictorios en este punto.

Hay versiones en los dos sentidos:

“Abracé a mi hermano, pedimos auxilio, lo cargamos hacia la carretera, lo subimos a la ambulancia y nos fuimos al hospital, si se le puede llamar hospital. Estaba una doctora o enfermera, no sé qué era que decía. ‘Ya viene muy mal, eh, le advierto que ya viene muy mal’, como diciendo se va a morir y no me responsabilizo de nada. Ahí no era responsabilizarla, sino que se atendiera, o sea a la voz de allá. Pero lo dejó, no le tomó gran importancia y hasta que le exigí que lo atendiera. Le digo, ‘su corazón no late, atiéndalo’.” “El trato del personal médico fue amable, la verdad, como vinieron médicos de otras partes, voluntariamente nos estuvieron apoyando. No eran del hospital, creo que eran unos médicos particulares también. El trato estuvo bien.”

Podemos establecer dos momentos en la atención médica en Nochixtlán.

El primero entre el inicio del operativo y las 10-11 a.m., que fue de sorpresa y preocupación por lo reducido del lugar, la demanda de servicios y el riesgo para los pacientes internados y el mismo personal médico, y el hecho de que el mismo hospital quedó en medio de la zona de conflicto. Los servicios médicos fueron insuficientes para atender la cantidad de personas que llegaron a requerir atención esa mañana del 19 de junio, algunas gravemente heridas, que posteriormente fallecieron en el hospital o al ser trasladadas. Según versiones del personal, ese día el hospital estaba
a su máxima capacidad, ocupadas sus 12 camas y cuneros.

En un segundo momento, personal médico de las brigadas de Tlaxiaco, Teposcolula y Huajuapan acudieron a brindar atención, usando los espacios de consulta externa para curaciones que no requerían hospitalización; así como ambulancias de las comunidades cercanas, llegando a estar en el lugar hasta 9 unidades, incluyendo las 2 de Nochixtlán. Adicionalmente, se abrieron puestos de atención en la Parroquia y la primaria Abraham Castellanos.

“La gente sí se acercaba, llegaba, se le daba atención y se iba, no se quedaban por el miedo, desconozco si se le daba la atención, llevábamos un control en la entrada, ya que llegaban y querían entrar y ahora sí que ellos tenían la desesperación de que se atendieran luego, pero obviamente por los médicos, por el espacio,  no se daba la atención en cuestión de que no había espacio físico, pero de que se dio, recalco, sí se le dio atención médica a todos los que vinieron acá.”

Mención aparte merece la situación de las personas desplazadas de la Colonia 20 de Noviembre que acudieron a la clínica del imss en el vecino municipio de Sinaxtla, a donde llegaron entre 9 y 10 de la mañana. Se trataba principalmente de niñas y niños que enfrentaron una crisis ante la exposición a los gases lacrimógenos.

“La señora embarazada estaba grave. Ella se quejaba de que iba a abortar, le dolía mucho el vientre y sólo se agarraba el vientre, que sentía muy feo los dolores. Entonces decía ella, ‘viene muy mal’, y los niños empezaron a vomitar. Los niños gritaban y lloraban. Entonces yo dije, esto es terrible, yo tengo que ver la atención médica de ellos. Llevábamos también una incapacitada, o sea, que haga de cuenta, cuando los vi, sí dije, éstos necesitan atención médica primero. Y ya pensé San Juan Sayultepec, su clínica dónde está y empecé a sacar conclusiones, ah, está en Sinaxtla, por eso, yo tomé la decisión de irme con todos a Sinaxtla, para su atención médica. Y sí, pues así, llegamos al centro de salud,
y pues sorprendimos a la enfermera, porque ella no pensaba recibir tantos. Y ella como pudo empezó a romper trapos, a comprar cocas, empezó a limpiarlos, y quién sabe qué tanto empezó a hacer para poderlos atender. Y sacó su medicamento, y la gente afortunadamente también se unió y empezaron a apoyar. Y pues nos empezamos a apoyar con la enfermera, y ya después empezaron a llegar doctores. Ella fue, híjole, mi mano derecha. Luego la regidora del municipio junto con el presidente fueron mi otro brazo. Así fue como yo me uní con ellos, me ayudaron, me apoyaron bastante. La regidora Martha creo que es, la presidenta del DIF, ella, yo y la enfermera, fuimos las principales en el momento, porque de ahí se solidarizaron más doctores, más enfermeras, más comunidades. Pero sí en el momento de todo esto el impacto fue sobre de ellos, de recibir a todos los niños y así.”

En contraste con el testimonio anterior, la DDHPO hizo pública la respuesta que recibió del IMSS Hospital General de Zona 1, que atendió a elementos policíacos heridos, a donde llegó “personal que dijo pertenecer a la inteligencia de la Policía Federal, solicitando que por razón de seguridad no se les otorgara atención a maestros o población civil.” 31

Es de señalar que 32 elementos de la Policía Federal con lesiones de diverso tipo fueron atendidos pasadas las 11 de la noche en este hospital y retirados del lugar durante la madrugada del 20 de junio. Sobre la violencia de tipo sexual, varias mujeres han expresado la negativa a informar a los operadores de salud cualquier afectación relacionada con las agresiones sufridas, inclusive algunas decidieron no expresarlo a ninguna autoridad. A esto se suma el hecho de que el tratamiento de la violencia sexual contra mujeres, en forma ordinaria, no considera la seguridad de las víctimas, tampoco la garantía de ser atendidas de forma integral, ni hace efectiva la posibilidad de no repetición.

Bajo este esquema y considerando que la situación de ataques generalizados a la población civil se traduce en las condiciones extraordinarias en que se presentó el servicio médico humanitario, es de considerar que las víctimas que lo han relatado, aún no se han decidido a llevar un tratamiento emocional y reparador que les permita sanar la violencia sexual  vivida. Es importante mencionar que se presume que existen más casos de violencia sexual, y que por las razones ya mencionadas, seguramente han decidido no expresarlo.

Personal e instalaciones sanitarias

En los casos donde se da un uso de la fuerza pública, ésta también tiene que ceñirse a los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley 32 y garantizar en todo momento la protección a la vida y la seguridad para heridos y enfermos, personal sanitario e instalaciones de salud.

“Desde los helicópteros, la policía disparó bombas de gas lacrimógeno en el techo del inmueble. En consecuencia, tres bebés recién nacidos tuvieron crisis respiratorias. De manera intermitente, los uniformados cercaron la clínica. A primeras horas de la tarde, un grupo de policías intentó entrar al hospital pateando la puerta y amenazando al vigilante que les impidió el paso.”33

El 19 de junio el operativo implicó el uso de gases lacrimógenos en la zona donde fueron avanzando los diversos cuerpos policíacos. Su avance sobre la población generó una ola de rechazo y pronto se vieron repelidos por la propia población del lugar. Al llegar a la altura del Panteón Municipal ya se habían congregado personas en las inmediaciones dificultando su avance. Es de mencionar que muy cerca se encuentran las instalaciones
del Hospital Básico Comunitario, que esa mañana quedó en medio de la zona de conflicto y del fuego de los propios elementos, e incluso recibió dos impactos de bala en la parte frontal. Las investigaciones tendrán que determinar la procedencia de dichos disparos.

“¿Por qué estaban cerradas las puertas? Fue por más que nada por la seguridad e integración de los pacientes que aquí teníamos hospitalizados, más que nada por los bebés y la prioridad eran los menores de edad y bebés que estaban en los cuneros, (…) el hospital sí fue cerrado porque habían gases hacia arriba del hospital, el hospital fue agredido, le echaron bombas, gases hacia arriba del techo, entonces vuelvo a recalcar por la seguridad de los pacientes que teníamos ingresados fue el detalle que se cerraron las puertas porque el gas estaba muy fuerte, de hecho se atendió a los usuarios, pero con calma, el hospital es muy pequeño, el área de urgencias consta de tres camas nada más para adultos y cuatro camillas disponibles, entonces cuando se accede dentro del hospital se tuvo que prender los
ventiladores para arrojar el gas, expandirlo.”

La principal obligación de médicos y personal de salud en tiempos de enfrentamientos, guerra, combate y en tiempos de paz, es procurar mantener la salud y salvar vidas, por eso es necesario asegurar la seguridad del personal con el fin de tener una mejor atención médica. Sin embargo, en ocasiones esta seguridad se ha visto obstruida y no sólo los heridos no pueden tener una atención médica digna, sino peligran las vidas de médicos y personal de salud.34

“Cuando nosotros llegamos a Nochixtlán, llegamos primero a la iglesia. Era todo un caos ahí, había muchísima gente. La gente llorando, había personas gritando, buscando a sus familiares, estaban llevando a los heridos, ya estaba la gente que estaba recibiendo víveres, estaba recibiendo medicamentos, estaban médicos, enfermeras, voluntarios que estaban apoyando, atendiendo a los heridos. Había demasiadas manos, cuando nosotros llegamos allí afortunadamente ya había mucha gente que estaba apoyando. Entonces nos dicen que no tenemos otra alternativa más que ir a apoyar al lugar de batalla, ir por más heridos. Así es como nosotros nos trasladamos a esa parte en donde pasamos la mayor parte del día, tratando de apoyar en lo que se necesite, tratando de ir a sacar a los heridos, a las personas lesionadas.”

En Hacienda Blanca, personal médico solidario que instaló un puesto de Socorro en la Escuela Primaria “María del Carmen Serdán” también fue atacado con bombas de gas lacrimógeno lanzadas desde helicópteros y por elementos policíacos que intentaron entrar en repetidas ocasiones al lugar. Al no poder hacerlo, comenzaron a arrojar bombas lacrimógenas para provocar la salida de las personas. Se contabilizaron al menos 5 bombas de gas dentro del perímetro de la escuela, además de daños en su portón.

“En todas esas horas de desbloquear, como 3 horas, esa parte, en esa escuela, empezaron a aventar bombas lacrimógenas la policía a través de los helicópteros, unas redondas y unas larguitas, como 3 veces intentaron abrir la puerta… la policía nos vio como parte de los agresores, así lo sentimos por la forma violenta en la que nos estaban atacando, nosotros sabemos cuáles son los protocolos internacionales de la Cruz Roja e incluso en las guerras más sangrientas no puede haber ataque al personal médico porque se atiende a uno como a otro… Estaban empujando la puerta, como la puerta se cerró con llave y con candado intentaban y no podían, se veía que eran varias personas, varios policías. Yo incluso tengo una grabación, una foto, en donde está un policía apuntando a un médico… en ese momento teníamos dos o tres personas atendiendo pero éramos personal médico en el cual si había algún problema pues había que atenderlos. Incluso afuera pusimos los símbolos para identificación internacional de que ahí se está atendiendo, que hay atención médica, hay una brigada médica y no tienen por qué meterse con nosotros y estuvieron aventando desde el helicóptero bombas, por eso lo denunciamos en las redes sociales…”

De allí se desprende que en este ataque no existió un protocolo de atención digna a personas heridas ni seguridad para el personal médico. Hablamos de ataque, porque no puede considerarse un enfrentamiento, al haber desigualdad en posesión de armas de fuego y atención médica. Tampoco existieron estándares de conducción en el comportamiento de las fuerzas armadas sobre el personal médico. Existen varios videos que narran lo vivido dentro de la escuela primaria Carmen Serdán, sobre todo para evidenciar que la Policía Federal sí quiso entrar a la misma para impedir las labores de apoyo a las personas heridas, mismas que de todas maneras no hubieran conseguido ninguna atención en los centros de salud más cercanos, como también fue documentado. Una maestra de la escuela primaria narra parte de la situación:

“Ellos, los policías, no respetaban realmente, no sé cuáles sean sus protocolos pero se supone que en un lugar que se está prestando ayuda tienen que respetar. Desconozco al respecto, pero creo que eso es lógico. Pero sí fue la cuestión que el helicóptero lanzaba los gases dentro de la institución. Enfrente de los médicos caían las bombas de gas. Sí fue una situación muy complicada la que se vivió ese día. La institución estuvo siendo bombardeada desde pasadas las 17 horas, estuvimos ahí atrincherados hasta las 19:30. Dos horas prácticamente y en ese período de tiempo así como iba el helicóptero de un lado a otro, regresaba y tiraba las bombas, una y otra vez. Fue un periodo amplio.”

Aunado a esa situación, es de destacar que varias de las personas que fueron heridas no fueron atendidas en centros de salud cercanos. Por ejemplo, en el Centro de Salud de Trinidad de Viguera personal de seguridad comenta que no hubo heridos, solamente uno de la Policía Federal. Un dato curioso de este centro es que en su libro de registro se marcaba que a las 20 horas de ese día llegaría una Brigada de Médicos para atender a gente del magisterio, probablemente como un aviso por si los médicos voluntarios que estaban apostados en la escuela primaria Carmen Serdán llevaban a algún herido de gravedad.

Unidades y medios de transporte sanitario

En situaciones que no son de conflicto armado, el Estado tiene la obligación de garantizar el acceso a la infraestructura de salud, por lo que deben respetarse las unidades y medios de transporte sanitario, (como ambulancias) de ataques, pues cumplen una labor de socorro humanitario.

“Yo fui testigo del ataque, porque realmente fue un ataque. También nos vimos atacados, nosotros que fuimos a atender, a prestar auxilio a las personas que habían sido heridas por arma de fuego, que independientemente yo digo es una organización, no sé si eran maestros, qué eran, pero por ética, dice uno, va a atender uno, a atender al herido. Ellos, como fuerzas federales, porque ellos estuvieron disparando, yo los escuché, yo estaba allí, yo tuve que tirarme al piso para no ser alcanzado por las balas. También nos atacaron con granadas, porque nos tiraron las granadas directamente, si no cerramos la ambulancia cuando estábamos acá, con un herido en el momento, allí en el lugar de la confrontación, la granada hubiera entrado en la ambulancia.”

Los llamados de auxilio que se hicieron desde diversos medios y lugares resaltaron la urgencia de facilitar atención médica a personas heridas. Al llamado acudieron personal médico solidario y ambulancias de la región, a brindar apoyo. También se solicitaron medicamentos y materiales de curación que se hicieron llegar de diversas maneras. Paramédicos que acudieron al lugar relatan :

“Aquí lamentablemente, las ambulancias y equipos médicos, no los respetaron. La ambulancia de Nochixtlán recibe impactos de bala de goma, estrellan una parte de la ambulancia en la parte trasera. Me la enseña el compañero y ahí están los impactos, ya no están respetando.”

Los heridos que formaban parte de los atacantes (policías federales) fueron auxiliados y sacados de la zona de peligro por medio de helicópteros. En cambio, muchos de los heridos de Nochixtlán recibieron atención médica ambulatoria. Mientras tanto, las autoridades municipales de San Francisco Telixtlahuaca, de acuerdo con testimonios, negaron el uso de la ambulancia municipal y dieron órdenes para cerrar el centro de salud CESSA, negando la atención a las personas heridas a consecuencia de la agresión del operativo policíaco.

El personal del CESSA solamente accedió a atender a una mujer que presentaba una fractura tras la insistencia de un gran número de pobladores frente a las puertas cerradas. Frente a esta situación, las personas heridas tuvieron que buscar otras formas de atenderse: con apoyo de personal médico voluntario, las iglesias de Telixtlahuaca y Huitzo acomodaron puestos de atención emergente en los atrios; un socorrista independiente con un kit de emergencia atendió a más de 20 personas heridas en la carretera; otras personas heridas fueron atendidas por médicos particulares y personal médico solidario en la entrada de Telixtlahuaca. Además numerosos testimonios hablan sobre la ausencia de atención médica hasta la fecha por miedo a represalias. Esta situación no permite saber, hasta el día de hoy, el saldo total de personas heridas y su estado de salud actual. Por todo lo dicho, queda de manifiesto que el derecho a la salud sufrió diversas violaciones, en las deficiencias de la atención de las personas heridas, pero también por el ataque a personal sanitario, instalaciones y puestos de salud, así como a ambulancias, especialmente en Nochixtlán y Hacienda Blanca.

 


Notas

29 Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, aprobada en 1946.

30 Derechos específicos ligados: el derecho a la prevención y a tratamientos preventivos para luchar contra la propagación de enfermedades; el derecho al acceso a los medicamentos esenciales; la promo ción de la salud materna e infantil; el derecho al acceso a los servicios de salud apropiados y por último, la educación y la concienciación sobre la salud. Disponible en: http://www.humanium.org/es/derecho-salud/

31 Informe Preliminar de actividades realizadas del 19 de junio al 4 de julio de 2016, en relación con los operativos implementados por elementos policíacos federales y estatales en Asunción Nochixtlán, San Pablo Huitzo, Trinidad de Viguera y Hacienda Blanca, pág. 4

32 Puede consultarse en http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/UseOfForceAndFirearms.aspx

33 Citado por Blanche Petrich en http://www.jornada.unam.mx/2016/08/31/politica/005n1pol

34 Adicionalmente, México forma parte de la Asociación Médica Mundial en donde no sólo se exponen los deberes de médicos en situaciones de violencia, sino también sus derechos de protección, estipulados en el apartado de la Declaración sobre la Protección del Personal de Salud en Situaciones de Violencia. Disponible en: http://www.wma.net/es/30publications/10policies/p3/